La biodiversidad es la que nos permite diariamente comer, vestirnos, prevenir y curar enfermedades, admirar paisajes y desarrollar nuestra propia vida y la de nuestra sociedad.
La biodiversidad aporta alimentos, agua dulce y suelos fértiles para sobrevivir, medicinas y fibras textiles para cuidarnos y arroparnos. Los ecosistemas sanos regulan nuestro clima y absorben CH2O purifican el agua que bebemos, controlan las inundaciones y frenan la erosión, protegen y fertilizan el suelo que sustenta nuestra comida.
Los paisajes y áreas naturales constituyen una parte importante de nuestro patrimonio natural y de nuestra cultura, ofreciendo entre otros valores, un ambiente sano de ocio y recreo, paz y tranquilidad.